Cómo ahorrar en la factura de la luz
Cómo ahorrar en la factura de la luz es uno de los aspectos que más preocupa a las familias, tanto a aquellas que están atravesando por momentos económicamente difíciles como a las que simplemente quieren sacar el máximo provecho a sus ingresos. Aunque en otros artículos ya hemos tocado el tema de cómo minimizar costes en el hogar, en este post nos centraremos solo en lo que tiene que ver con el recibo de la electricidad, que es mucho.
Antes de desgranar algunos de los mejores trucos, este dato te terminará de convencer sobre la importancia de ahorrar en la factura de la luz: el gasto medio en electricidad en España varía cada año, pero no suele bajar de 700€ por habitante, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Adapta tu casa para ahorrar
Para empezar a ahorrar en la factura de la luz tendrás que atajar el problema desde la raíz, es decir: párate a pensar sobre cómo es tu casa y qué partido le estás sacando a todas sus características. Por ejemplo, en relación a la distribución interior: ¿Hay rincones poco importantes de la casa que reciben más iluminación de la que necesitan? ¿La ubicación de los radiadores eléctricos se sitúa en el lugar más adecuado para calentar bien la estancia? Las respuestas a preguntas como estas te darán pistas sobre cómo se puede sacar el mayor rendimiento energético a tu hogar.
El aislamiento de una casa también es importante, sobre todo cuando empleas energía eléctrica en tu sistema de calefacción. Doble ventana, sistemas de doble puerta o cierres de buena calidad te ayudarán a mantener la casa caliente o fresca durante más tiempo y mantendrán a raya el frío o el calor de forma más efectiva. Las cortinas también ayudan en esta tarea.
A veces, la sensación de frío o calor es subjetiva, es decir, que en vez de ‘hacer frío’ solo se ‘siente frío’ por alguna u otra razón. Por ejemplo, por culpa del suelo: utilizar alfombras o moquetas te ayudará a reducir esta sensación y, por consiguiente, necesitarás encender la calefacción o el aire acondicionado durante menos tiempo y con menor intensidad. También puedes aprovechar la luz de las ventanas para crear espacios más cálidos en invierno.
Como estos aspectos existen otros muchos. Por ello, muchos son los profesionales que ofrecen auditorías energéticas en el ámbito del hogar, precisamente para localizar los puntos débiles de la casa y mejorarlos. Aunque supone un gasto inicial, el ahorro que se deriva de esta auditoría suele hacerla rentable. Además, para afrontar su pago puedes recurrir a cualquier mini préstamos en 10 minutos de Credy.es.
Acostúmbrate a los buenos hábitos de ahorro
Una vez que tu casa está bien adaptada y preparada para reducir costes, es hora de incluir buenos hábitos en nuestro día a día. Estos son algunos:
- Apaga la luz cuando salgas de la habitación. Es muy básico, pero hay que hacer un esfuerzo por acordarse.
- Apaga completamente los aparatos eléctricos, sin que se quede el piloto de ‘Stand by’ encendido. Se calcula que de esa manera se puede ahorrar un 11% del consumo energético, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro. Si tienes dudas, también puedes apagar los aparatos desde la regleta general, a no ser que sea un electrodoméstico que siempre tenga que estar conectado a la red eléctrica, como el frigorífico.
- En las vitrocerámicas, aprovecha el calor residual, es decir, apaga la zona que estés usando antes de que el plato esté cocinado por completo y deja que el calor de esa superficie lo termine de hacer. Muy práctico para algunos platos, como el arroz.
- Saca partido a la llamada ‘tarifa nocturna’, es decir, la tarifa de discriminación horaria: normalmente por la noche el precio por kilovatio es menor, por lo que en la medida de lo posible puedes aprovechar para poner una lavadora, un lavavajillas, etc. Útil para quien vive en una casa independiente, sin vecinos y con posibilidad de aislar el ruido que genera ese electrodoméstico.
Cambia de tecnología para ahorrar en la factura de la luz
Para no salirse de la senda del ahorro nunca, es conveniente iniciar un cambio tecnológico en casa: decir adiós a los electrodomésticos antiguos con mala certificación energética (C, D, E, etc.) y pasarse a otros con un buen rendimiento (A, A+, A++, etc.).
También puedes sacar partido a los programas automáticos o temporizadores, con el fin de indicar la hora más conveniente de funcionamiento de cada aparato. Por ejemplo, que la lavadora comience de madrugada en la tarifa nocturna o que un termostato active los radiadores eléctricos 20 minutos antes de llegar a casa. En relación a ello, cada vez están surgiendo más aplicaciones para que con este fin controlan a distancia los electrodomésticos.
Y si no lo ves claro, cambia de raíz y prueba otras fuentes de energía más económicas. Es el caso de la caldera de gasoil, interesante si el precio del combustible es moderado, o bien una calefacción con biocombustibles, como los pellets, que suelen ser más económicos y ecológicos. Hasta aquí el artículo de hoy, cuenta con nuestros préstamos rápidos para cualquier gasto imprevisto que te surja ¡Nos vemos pronto!