¿Cuáles son los riesgos de no pagar un microcrédito en España?
Los microcréditos en España son una forma popular de resolver rápidamente los problemas financieros. Media hora después de presentar una solicitud, ya se puede recibir una respuesta y el abono de los fondos. Muchos españoles eligen los préstamos en línea, ya que se puede hacer sin salir de casa. Esto es especialmente conveniente si usted vive lejos de la ciudad.
Aunque el microcrédito es una solución cómoda y rápida, impone ciertas obligaciones. Si el prestatario no devuelve la deuda a tiempo, puede haber graves consecuencias. En España, la legislación protege los derechos tanto de los prestatarios como de los prestamistas, por lo que el impago de un microcrédito puede acarrear multas y procedimientos judiciales. Entendamos lo que le espera a un deudor de este tipo.
Consecuencias del impago de un microcrédito
Al principio, los prestatarios son objeto de medidas indulgentes. De hecho, las IMF legítimas intentan resolver esta cuestión de la forma más pacífica posible. La mayoría de las empresas tienen un algoritmo de acciones, que se pone en marcha algún tiempo después de la finalización del contrato:
Morosidad de 1-15 días - se acumulan las sanciones y multas, se reciben los primeros recordatorios del acreedor.
Morosidad 15-30 días - posibles llamadas, cartas y avisos sobre la necesidad de devolver la deuda.
Más de 30 días de retraso: transfiera la deuda a una agencia de cobros o a un litigio.
Ese es el resumen, ahora veamos cada paso con más detalle.
Posibles multas y sanciones
En España, los organismos de microfinanciación están autorizados por ley a cobrar recargos por demora. Pero el importe máximo de pago en exceso está regulado. Existen varios tipos de penalizaciones:
Una multa coercitiva es un pago único por retraso en el pago.
El tipo de interés de demora es el interés incrementado del préstamo.
Una comisión de recordatorio es un cargo por llamadas y cartas del prestamista.
Todo depende de cada contrato concreto, que debe estudiarse con mucho detenimiento. Vale la pena considerar que cualquier sanción aumenta significativamente el importe de la deuda, por lo que es importante para resolver el problema tan pronto como sea posible.
Llamadas y recordatorios constantes
Si un pago se retrasa entre 15 y 30 días, la organización de microfinanciación transfiere la deuda al departamento interno de cobros. El deudor se molesta:
Llamadas telefónicas diarias, incluso a familiares y al empleador.
SMS y cartas exigiendo el pago de deudas.
Amenazas, no es algo habitual, ya que están prohibidas por la legislación española.
Este trabajo lo realizan gestores internos especiales que se ocupan de los microcréditos problemáticos.
Transferencia de deudas a cobradores
Si el prestatario hace caso omiso de las demandas del prestamista, no responde a las llamadas y, en general, no se pone en contacto, la deuda puede transferirse a una agencia de cobros. ¿Qué significa esto? Hay empresas especializadas que se dedican a los deudores. Trabajan según dos esquemas:
recibir un porcentaje de la deuda reembolsada;
amortizar el préstamo en su totalidad y obtener los derechos sobre el mismo.
En cualquier caso, es una parte interesada que tiene su propio algoritmo de acción. Los cobradores no tienen derecho a emplear amenazas o violencia: la legislación española protege a los prestatarios de las malas prácticas. Sin embargo, esto se aplica a las agencias legales que se adhieren a las reglas.
Si empresas sin escrúpulos se encargan del trabajo, la presión puede ser considerable. El prestatario empieza a recibir amenazas, incluso pueden ir a su casa y exigirle el pago de la deuda de todas las formas posibles.
Procedimientos judiciales
Cuando un microcrédito no se devuelve durante mucho tiempo, llega el momento de presentar una demanda ante los tribunales. En España, estos casos se examinan en el Juzgado de Primera Instancia. Lo que amenaza al deudor:
Un requerimiento judicial de pago: si el tribunal estima la demanda, habrá que devolver la deuda con intereses y costas judiciales.
Embargo de cuentas y bienes: si se niega a pagar, los agentes judiciales pueden bloquear cuentas o embargar bienes.
Retención del salario: puede deducirse hasta el 30% de los ingresos para pagar la deuda, y pueden imponerse trabajos correccionales si no hay empleo.
Además, el culpable pagará de su bolsillo los honorarios del abogado, que se sumarán al importe total. Por supuesto, la vía judicial es el último recurso, pero en caso de deudas importantes es bastante realista.
Deterioro del historial crediticio
El impago de un microcrédito tendrá un impacto negativo en el historial crediticio del deudor. Esto dificultará la obtención de préstamos en el futuro, y también puede afectar a la posibilidad de alquilar una vivienda u obtener otros servicios financieros. España es muy sensible a una calificación de este tipo, ya que puede afectar a muchos ámbitos de la vida. En consecuencia:
La calificación crediticia está bajando.
El deudor está en la lista negra.
El acceso a los servicios financieros está restringido.
En España hay varias organizaciones que mantienen historiales de crédito y la información sobre impagos estará a disposición de todos los acreedores. Llevará mucho tiempo restablecer la calificación, este proceso lleva su tiempo, por lo que es mejor evitar problemas graves de endeudamiento.
¿Es posible eludir la responsabilidad?
Sí, pero sólo en casos excepcionales:
La quiebra de una persona física es un procedimiento complejo, sólo disponible para deudas de 50.000 euros o más.
Prescripción - según la ley española, una deuda de microcrédito "prescribe" a los 5 años (si el acreedor no ha interpuesto una demanda).
Pero también hay métodos menos radicales. Si un prestatario se encuentra en una situación financiera difícil, es importante actuar con rapidez y eficacia. El primer paso es intentar negociar con el prestamista. Muchas empresas ofrecen aplazamientos o reestructuraciones. Es posible devolver parte de la deuda, entonces la IMF verá el pago y no tomará medidas severas, y el cliente evitará grandes multas. En casos extremos, puede solicitar asistencia jurídica para encontrar la mejor manera de salir de la situación. Pero en ningún caso debe quedarse de brazos cruzados.
Conclusión: ¿merece la pena pedir un microcrédito?
Los microcréditos son una herramienta rápida y cómoda para resolver problemas financieros urgentes. Miles de españoles utilizan estos servicios. Si se paga a tiempo, no hay problemas. Pero en caso de retrasos y falta de reembolso, las consecuencias pueden ser graves.
Para evitar estas crisis, es importante cumplir puntualmente sus obligaciones, planificar su presupuesto, aprender cultura financiera y buscar soluciones alternativas junto con su prestamista.